Han pasado muchas cosas .... Ahora la Ruta 66

La Ruta 66 continua hoy por la tarde, hora española. En un principio sólo quería hacerlo tranquilamente, pero he decidido hacerla lo más rápidamente posible para llegar a New York y buscar otra empresa que me mande la moto a España, ya que con la que había contactado, Bufalina, llegaría a mediados de Noviembre. A parte, no hay pasta y cuanto más tiempo esté en la ruta, más dinero. Espero llegar con pasta, para por lo menos poder mandar la moto a España y yo... bueno... pues ya me apañaré.
Quiero llegar a Puerto Real con la moto y los dos juntitos como cuando comenzamos el viaje. Hoy, mientras montaba el vídeo me he dado cuenta que han pasado muchísimas cosas y que no ha sido nada fácil llegar a Las Vegas con una moto. Después de no poder bajar a Sudamérica, es la primera vez que me siento orgulloso, ya que pensé que no bajar por México era un fraude a mí mismo, pero bueno, otra vez será, no creo que lo cambien de sitio.

Llevo conmigo una serie de amuletos y regalos que me dieron a la salida del viaje y durante este, para que me dieran suerte y hoy me he emocionado mucho teniéndolos en mis manos y recordando como me los dieron y quiero contaros ese momento tan especial para mí.

A la izquierda un mechero que me regaló Sasha o Alex, como lo conocéis todos. El "crazy boots" de Rusia. Me lo regaló una tarde porque sí. "Toma este mechero de recuerdo" Luego en el aeropuerto de China la simpática de seguridad me dijo que tenía que quitarle la parte superior. ¿Estás segura que quiere que arranque esto? ... -Sí, sí.... como siempre, si no entienden... a todo que sí... luego resultó que solo quería que le quitara lo que era el mechero en sí... y así quedó.

El segundo de los objetos es ese anillo que me dio mi amiga Patricia. Estábamos en Conil el día de la salida, en la Tasca Juan, se me acerco furtiva y me lo puso en la mano. "Quiero que me lo devuelvas a la vuelta, señal de que lo vas a conseguir" Ese anillo ha dado muchas vueltas en mi mano mientras pensaba como salir de una u otra.

Esta medallita de una Virgen, que no se quien es exactamente, ya que solo fui a catequesis porque me gustaba una niña, me la dio un señor que no había visto nunca y vino a la despedida y creo que desde Sevilla. El, junto a a varios más de mis amigos me acompañaron unos kilómetros el día de la salida aquel caluroso 2 de Julio. "Esta medalla lleva conmigo muchísimo tiempo y me ha dado mucha suerte... llévala contigo, te ayudará" La medalla en sí, como ya sabéis, no estoy ni bautizado, pero el detalle de este señor, jamás lo olvidaré y ha viajado conmigo, ya, por medio mundo en el mismo lugar donde el la metió. Ha sido hoy cuando la he sacado por primera vez y a mi memoria a vuelto esa mirada de ilusión que tenía este hombre que seguro y espero ver a la vuelta para devolverle su medalla con una vuelta al mundo en su metálica figura. "Yo siempre he querido hacer lo que estas a punto de comenzar... mucha suerte" 

Esta preciosa estrella es muy especial por varios motivos. Solo la tienen 5 personas en este gran planeta y tengo la suerte de ser una de ellas. No se puede leer muy bien en la foto, pero pone algo así como: "Por nuestra amistad de moteros, Vladivostock" 

Me despedí en el puerto de Vladivostock de Leo, el punki y Alex. Emocionado subía las escaleras del gigante marino de metal con la idea que posiblemente no volvería a ver a estas maravillosas personas que tanto me habían ayudado. El barco zarpó y dejó aquella ciudad en la lejanía. Unos chicos suecos se me acercaron... ¿Fernando? .. Sí, soy yo. Este es un regalo para ti de parte de tus amigos moteros de Vladivostock. ¿Para mi? .... Fernando... ¿El Bufalo? ... si, si... y cogí aquel sobre. Al abrirlo una postal que decía feliz cumpleaños de tus amigos de Vladivostock. Me emocioné mucho ante semejante detalle. Al abrir la postal, que hacía de cajita, con muchos colores, estaba esta estrella que pondré en una cristalera al llegar a casa con todas las cosas que guardo del viaje y que en un futuro pase a manos de mis hijos y de ellos a los suyos. 

Esta pulsera con diente de Tiburón me la regaló mi hijo Sunny después de su viaje a Tailandia, donde había flipao con los Elefantes. Su madre, Mianna, me dijo que él la había elegido para mí y decidí llevarla conmigo como amuleto. De mi hija Andrea llevo una foto y fue una pena que no fuese el día de la salida, lo que convirtió y sigue siendo lo más duro del viaje hasta la fecha, pero una niña de 11 años no elige estas cosas, si tuviese carnet de conducir... posiblemente si me enfadaría con ella, pero como he dicho, es una niña y los niños, niños son y no deciden estas cosas. Tengo que decir desde aquí a los dos, que son lo más importante en mi vida. Sois lo único que aunque un día caminen solos  por el mundo, llevarán mi sangre y es lo único que considero mío aunque no sean de mi propiedad. Todo lo demás que tengo, o es del banco o tienen fecha de caducidad. Os quiero muchísimo enanos. Cuando llegue a ver si negocio con vuestras madres y nos vamos los tres de fiesta!!! Sin Mc Donal´s por favor!!!!

Y como no... a este personaje que le he cogido muchísimo cariño y veo que vosotros también, porque son muchas personas la que me preguntan por el últimamente, ya que no sale mucho, pero claro que sigue conmigo y espero que llegará a España de nuevo. El motivo de su ausencia en este último mes prácticamente, es porque hemos estado en california y allí la mariguana es legal.... os podéis imaginar las fiestas que se ha pegado Bufalín estos días. Ya parece que está más tranquilo y después de una ducha, ya lo tenéis aquí de nuevo. A Bufalín lo encontré en la tienda Menudencias, en la urbanización de Miramar. Menudencias es la tienda de mi tía Lourdes y cuando fui a despedirme de ella antes del viaje, lo vi allí en su cajita metido y decidí comprarlo, pero mi tía se negó a vendérmelo y me lo regaló. "Tita, este será la mascota del viaje y se llamará Bufalín... Bufalín de la Bahía" y mira ahora, aquí está conmigo dando la vuelta al mundo.

Este regalo es de una niña encantadora que me dejó su cama y su cuarto durante dos semanas. Es la hija de Leo y lo hizo especialmente para mí antes de que me marchara. 8 años y un corazón enorme y una destreza para imaginar y pintar extraordinarias. Sara, que así se llama esta niña, se acercó a mi con las manos atrás mientras yo recogía mis cosas en su cuarto. De repente, creando la magia de la sorpresa, sacó este precioso dibujo. ¡¡Para ti!! Me emocionó mucho. Leo me dijo en su día que Sara le había dicho; "Papá, quiero aprender ingles para poder hablar con el Búfalo" A tan temprana edad, se dio cuenta, accidentalmente a través de mí, de la importancia de los idiomas. Actualmente, me ha dicho su padre, Leo el Punki, que se ha apuntado a clases de ingles. Creo que es maravilloso.

Desde aquí os quiero dar las gracias por seguirme, porque sois mi gasolina y las muestras de apoyo me hacen  fuerte cada día para afrontar los inconvenientes que surgen por el camino. Son muchas almas las que me siguen y me siento privilegiado, dichoso y muchos sinónimos más. No sé exactamente que se habla de mí en la tierra que me vio crecer, pero se exactamente que esa tierra, es especial con gente maravillosa y con mucho que ofrecer al resto de los mortales. Me siento y más que nunca, orgulloso de ser de donde soy, de vivir lo que me rodea y de tener a unos paisanos únicos en el mundo. Os lo digo con el corazón en la mano.